En nuestra asociación, reconocemos que el acceso a alimentos nutritivos y culturalmente apropiados es un derecho fundamental. Trabajamos arduamente para fortalecer la soberanía alimentaria de las comunidades Kuna, promoviendo prácticas que aseguren la producción y el consumo de alimentos saludables, respetuosos con nuestra cultura y el medio ambiente.
¿Qué hacemos?
Rescate de Saberes Ancestrales: Recuperamos y promovemos técnicas agrícolas tradicionales Kuna, transmitiendo conocimientos de generación en generación.
Agricultura Sostenible: Fomentamos el cultivo de productos locales, libres de químicos, que respetan los ciclos naturales y la biodiversidad de nuestro territorio.
Huertos Comunitarios y Familiares: Establecemos espacios para la producción de alimentos a pequeña escala, tanto a nivel comunitario como en los hogares.
Promoción del Consumo de Alimentos Locales: Rescatamos recetas tradicionales Kuna, valorando los ingredientes de nuestra tierra y diversificando nuestra dieta.
Capacitación y Empoderamiento: Formamos a mujeres como líderes en la producción y gestión de alimentos, fortaleciendo su papel en la seguridad alimentaria de sus familias y comunidades.
Talleres de formación educativa: Derecho Humano a la alimentación, Sistemas alimentarios indígenas, Soberanía alimentaria, agroecología, mercados locales.
Nuestro Objetivo:
Logramos tener incidencia en la autonomía alimentaria de las comunidades Kuna, donde podamos decidir qué comemos, cómo lo producimos y cómo lo distribuimos, asegurando la salud, la sostenibilidad y la preservación de nuestra cultura.
2017 – 2019
Entre los años 2017 y 2019, la Asociación de Mujeres Indígenas Kuna de Panamá desarrolló un proyecto significativo enfocado en el mejoramiento de la producción de café y la renovación de plantaciones, en colaboración con UNAG y FUPADE.
Conscientes de la importancia del café como cultivo tradicional y recurso económico para muchas familias indígenas, este proyecto tuvo como objetivo no solo mejorar la calidad y productividad del grano, sino también fortalecer las capacidades técnicas, organizativas y sostenibles de nuestras productoras.
Durante estos años de trabajo, las mujeres participantes aprendieron técnicas de manejo agroecológico, renovación de cafetales, conservación de suelos y prácticas amigables con el medio ambiente. Este proceso no solo reactivó la producción de café en las comunidades, sino que también fortaleció el liderazgo femenino en un sector históricamente dominado por hombres, demostrando que la mujer Gunadule también siembra, cuida y cosecha futuro.
El proyecto también permitió revitalizar el vínculo con la tierra, respetando el ritmo de la naturaleza y priorizando el bienestar de las comunidades. Así, cada cafeto renovado se convirtió en símbolo de esperanza, trabajo digno y soberanía alimentaria.
Agradecemos profundamente el acompañamiento de UNAG y FUPADE, y reafirmamos que nuestro café no solo es un fruto de la tierra, sino también del esfuerzo, el conocimiento y el espíritu colectivo de nuestras mujeres.
¡Desde las montañas hasta la taza, seguimos cultivando dignidad, sabor y sueños!
Febrero – Diciembre 2017
Con la colaboración de El Porvenir
Durante el año 2017, la Asociación de Mujeres Indígenas Kuna de Panamá, en colaboración con El Porvenir, impulsó un proyecto dedicado al fortalecimiento de las capacidades de mujeres productoras agrícolas en la comarca Emberá Wounaan.
Este proceso, llevado a cabo entre febrero y diciembre, fue un hermoso ejemplo de solidaridad interétnica, donde compartimos experiencias, conocimientos y herramientas para que las mujeres del territorio pudieran mejorar su producción agrícola de forma sostenible, reconociendo siempre la sabiduría de la tierra y el trabajo colectivo como base del desarrollo.
A través de talleres prácticos, intercambios de semillas, técnicas de cultivo agroecológico y manejo de pequeños emprendimientos, las mujeres participantes fortalecieron su autonomía económica y su rol como proveedoras esenciales dentro de sus familias y comunidades.
Pero más allá de lo técnico, este proyecto fue también un espacio para compartir historias, sueños y desafíos comunes, reforzando la convicción de que cuando las mujeres indígenas se apoyan entre sí, florecen nuevas formas de resistencia y vida digna.
Desde la Asociación, creemos que la tierra es un reflejo de quienes la cuidan, y este proyecto reafirmó que las manos de las mujeres son capaces no solo de sembrar alimentos, sino también justicia, sabiduría y transformación.
Agradecemos a El Porvenir por caminar a nuestro lado en este esfuerzo conjunto.
¡Seguimos cultivando fuerza, identidad y futuro desde nuestras raíces!
2020 – 2021
Durante los años más críticos de la pandemia del COVID-19, la Asociación de Mujeres Indígenas Kuna de Panamá respondió con creatividad, sabiduría y compromiso colectivo a los desafíos que enfrentaban nuestras comunidades. En medio del aislamiento, las restricciones y la incertidumbre global, apostamos por la tierra, la comida y la vida comunitaria como herramientas de resistencia y autocuidado.
Fue así como se desarrollaron una serie de talleres sobre soberanía alimentaria, enfocados en:
Cultivo de alimentos tradicionales y de ciclo corto, adaptados al entorno local.
Intercambio de semillas y saberes entre comunidades.
Prácticas de conservación y preparación de alimentos saludables.
Reflexión sobre el valor del alimento como derecho, identidad y conexión con la tierra.
Estos espacios se llevaron a cabo con todos los cuidados sanitarios posibles, en grupos pequeños, y en algunos casos también con el apoyo de materiales impresos o mensajes radiales, para garantizar que el aprendizaje pudiera seguir fluyendo incluso en medio del distanciamiento físico.
Las mujeres Kuna se convirtieron en ejes de esta estrategia comunitaria, retomando huertos familiares, compartiendo recetas ancestrales y liderando procesos de cultivo desde sus casas, patios y espacios colectivos.
La soberanía alimentaria dejó de ser solo un concepto, y se transformó en una práctica diaria de resistencia y amor.
Estos talleres también reafirmaron que, en momentos de crisis, volver a nuestras raíces, a la tierra y a la colaboración comunitaria es la respuesta más poderosa y sostenible.
¡Seguimos sembrando vida, incluso en los tiempos más oscuros, porque nuestra fuerza nace de la tierra, del cuidado y del corazón de las mujeres Gunadule!