Capacitamos a mujeres en la mejora y comercialización de nuestra hermosa artesanía tradicional, como las molas. También exploramos nuevas oportunidades económicas para generar ingresos y fortalecer la independencia financiera de las familias.
Impulsamos prácticas agrícolas amigables con el ambiente, recuperando conocimientos ancestrales y promoviendo cultivos para asegurar alimentos sanos para nuestras familias y la comunidad.
Participamos activamente en la protección de nuestros bosques, ríos y costas. Realizamos jornadas de limpieza y educación ambiental. También documentamos y transmitimos a las nuevas generaciones nuestras historias, cantos y tradiciones.
Organizamos charlas y actividades para promover la salud física y mental de las mujeres y sus familias, así como el acceso a información relevante para su bienestar, rescate y aplicación de la medicina tradicional.
Febrero 2017 – Enero 2019
Entre febrero de 2017 y enero de 2019, la Asociación de Mujeres Indígenas Kuna de Panamá llevó a cabo un taller transformador centrado en los derechos de la niñez y adolescencia indígena y afrodescendiente, en colaboración con la Fundación para el Desarrollo Humano.
Esta iniciativa nació del firme compromiso de nuestras mujeres Gunadule de sembrar en las nuevas generaciones las semillas del respeto, el empoderamiento y el amor por nuestras raíces. Durante dos años, tejimos espacios seguros y amorosos donde niñas, niños y adolescentes de nuestras comunidades pudieron conocer, expresar y defender sus derechos, reafirmando su identidad cultural y reconociéndose como portadores de sabiduría, dignidad y poder colectivo.
El taller no solo ofreció herramientas educativas, sino también momentos de encuentro, escucha y reflexión. A través de dinámicas comunitarias, diálogos intergeneracionales y actividades participativas, logramos fortalecer la voz de nuestras juventudes, con la visión clara de que en ellas vive el futuro de nuestros pueblos.
Gracias a esta alianza con la Fundación para el Desarrollo Humano, reafirmamos que la defensa de los derechos comienza en casa y florece en comunidad. Seguiremos caminando con decisión, cuidando a nuestras infancias y adolescencias, y apostando por un futuro donde cada niña y niño indígena y afrodescendiente crezca con orgullo, libertad y esperanza.
¡Juntas seguimos tejiendo un mejor mañana, desde la raíz hasta el horizonte!
Ejecutado desde años anteriores hasta la actualidad, Territorios Kuna y comunidades aliadas en Panamá. Durante años, la Asociación de Mujeres Indígenas Kuna de Panamá (A.M.I.K.) ha impulsado el proyecto “Tejiendo Futuro”, una iniciativa integral que nació del corazón mismo de nuestras comunidades para fortalecer el desarrollo económico, cultural y espiritual de las mujeres Gunadule y de poblaciones vulnerables en diversas regiones del país.
Este proyecto, que ha evolucionado a lo largo del tiempo, ha sido ejemplo de cómo se puede tejer bienestar comunitario desde nuestras prácticas ancestrales, combinadas con procesos de formación y organización participativa.
Artesanía como camino de independencia económica, a lo largo de los años, A.M.I.K. ha capacitado a decenas de mujeres en la mejora y comercialización de la mola tradicional, impulsando espacios de formación, ferias y alianzas solidarias. Muchas familias lograron fortalecer su autonomía económica gracias al arte textil, que no solo genera ingresos, sino que también preserva y enaltece la identidad cultural del pueblo Guna.
Agricultura tradicional y soberanía alimentaria
Desde las primeras fases del proyecto, se promovió la recuperación de prácticas agrícolas ancestrales, apoyando a mujeres y familias en la creación de huertos comunitarios y en el cultivo de alimentos sanos, locales y sostenibles. Estas acciones han contribuido a asegurar la alimentación en momentos clave, como durante la pandemia o en tiempos de escasez.
Defensa del territorio y educación ambiental
Durante varios años, A.M.I.K. organizó jornadas de limpieza, siembra de árboles, y encuentros formativos en defensa de nuestros ríos, montañas y sitios sagrados. Estas acciones no solo preservaron el entorno natural, sino que también fortalecieron el sentido de pertenencia y responsabilidad ambiental de toda la comunidad.
Salud integral desde el saber de nuestras abuelas
En paralelo, se promovieron espacios para el rescate y aplicación de la medicina tradicional, así como actividades enfocadas en el bienestar emocional y físico de las mujeres. Las charlas comunitarias, los intercambios de saberes y el trabajo con curanderas y parteras fueron esenciales para reconectar con el cuidado del cuerpo y del espíritu desde nuestra visión ancestral.
📚 Cultura viva para las nuevas generaciones
Una parte fundamental del proyecto fue la transmisión de saberes a niños, niñas y jóvenes. Durante años, se realizaron talleres, actividades artísticas y encuentros con mayores que permitieron preservar nuestras historias, cantos, símbolos y lengua. Así, se garantizó que la identidad Gunadule se mantuviera viva en las futuras generaciones.
El liderazgo femenino como guía y fuerza de transformación
Desde su creación en 1998, la Asociación de Mujeres Indígenas Kunas (A.M.I.K.) ha caminado junto a las comunidades indígenas de Panamá con un profundo compromiso por el bienestar, la justicia y la autonomía de nuestros pueblos. A lo largo de estos años, nuestra participación activa en múltiples territorios —desde la Comarca Guna Yala hasta comunidades Emberá, Wounaan y Madugandí— ha sido guiada por una visión clara: fortalecer el rol de la mujer indígena como pilar del desarrollo, la cultura y la gobernanza.
A.M.I.K. ha impulsado proyectos y talleres en temas como:
Salud integral y medicina tradicional.
Seguridad alimentaria y agricultura con identidad.
Emprendimiento, artesanía y autonomía económica.
Gobernanza, liderazgo femenino y transmisión de saberes.
Protección del territorio y educación ambiental.
En todas estas acciones, las mujeres no han sido beneficiarias pasivas, sino protagonistas activas, organizadoras, tomadoras de decisiones y guardianas del conocimiento. El modelo de trabajo de A.M.I.K. siempre ha promovido la participación desde abajo, reconociendo la experiencia y la voz de cada mujer como motor del cambio comunitario.
Un punto fundamental en esta historia ha sido nuestra fundadora, una mujer visionaria, firme y generosa, cuya voz marcó el inicio de este movimiento. Su liderazgo no solo abrió caminos para otras mujeres Gunadule, sino que también sembró una forma de hacer organización con respeto, con identidad y con visión de futuro.
Ella nos enseñó que “organizarse no es alejarse de lo espiritual, sino cuidar con más fuerza lo que somos”, y su legado sigue presente en cada acción, cada reunión y cada taller que realizamos.
Hoy, seguimos participando activamente en procesos comunitarios en diversos pueblos indígenas del país, tejiendo alianzas, compartiendo experiencias y defendiendo nuestros derechos como mujeres, como indígenas y como pueblo organizado.
Porque cuando una mujer Guna camina con convicción, su fuerza levanta a la comunidad entera.